Sobre aquella entrada de etiquetarse.

Hace tiempo, en un blog anterior ha este, hable de etiquetarse, yo soy una de esas personas, que muere por la boca por el pez, tanto para lo bueno como para lo malo, supongo que porque de todo tiene haber en la viña del Señor, sigo pensando hasta ahora que no soy mala persona, y sigo luchando por pensarlo, tal vez lo que necesito, es volver a la gente que me conoce, hace mucho, muchos años, para dejar de escuchar historias de ciencia ficción, hoy me apetece ir de víctima, ya que lo haga o no lo haga, así es como algunos o la mayoría me veis. Voy a contar un poco la historia de vida, por que a mi me da la gana. Prefiero que no hagáis ningún tipo de comentario, no quiero escuchar ánimos, sobre todo, que para animarme, siempre he estado yo y no me ha hecho falta nunca nadie, y esta claro que eso debe seguir siendo así. Yo nací un cinco de diciembre de 1979, fui la primera de tres hermanos para mi madre. Fui un bebe feliz, y muy cuidado, tuve siempre a mi madre y a mi abuela, que son lo mejor de este mundo, siempre he sido muy grande, cuando yo tenía un año, nos fuimos a Galicia a vivir, con 4 años, según cuenta mi madre, todos los niños de mi clase me pegaban, y yo no les respondía porque estaba mal, pegar a niños más pequeños que tu, y todos me lo parecían, hasta que mi profesora, como no podía hacer nada con el tema, me dijo un día, "María, la pequeña de la clase eres tu, aunque a ti te parezca que ellos son más pequeños" Ese día ya no me dejé ganar más. Para mí desde pequeña la amistad a sido muy importante, tanto, que cuando mi hermano nació, yo no comprendía porque narices no se podía llamar Sergio Campos, como mi mejor amigo, menudo disgusto me pillé porque se tenía que llamar Sergio Jort, jajaja, mis padres querían que se llamara Víctor, pero como me preguntaron, pues yo nada, que Sergio Campos y Sergio Campos, no había manera. Jajajaja. Cuando yo tenía 6 años volvimos a Madrid, el curso ya estaba empezado. Ya desde pequeña tengo la manía de juntarme con las causas perdidas, pero bueno eso sería muy largo de contar, resumiendo siempre he estado al lado, del que he creído que lo necesitaba, y claro a veces tiendo a equivocarme o se acaban aprovechando, yo por el contrario he tenido mucha suerte, mis padres nunca me han maltratado, vamos que nunca me han puesto una mano encima, mi madre, me ha enseñado que soy capaz de todo lo que yo quiera. Yo he ido al colegio San Alfonso en la C/ Mesón de Paredes, y bueno los había que vivían mucho mejor que yo, por supuesto, pero yo me sentía afortunada, nunca me he sentido víctima de nada, veía a mis amigas, que con 9 años sufrían malos tratos, cuidaban a sus hermanos, no salían casi al parque y yo si, yo tengo una madre que vale millones y que siempre se ha preocupado mas por nosotros que por su propia vida, pero siempre, gracias ha ella, hemos tenido lo necesario, e incluso algún capricho, aunque ella tuviera que tener tres y cuatro trabajos para dárnoslo y después llegaba y tenía ganas de jugar y cantar con nosotros. 

Yo soy de esas personas, que cuando alguien que creen amigo tiene un problema, pues no se lo piensa dos veces y le dice, venga, vamos a ello, olvidándose de si realmente eso es bueno para mi o no, sin pensar si esa persona realmente lo merece, si demuestra su amistad, he metido gente a vivir en mi casa, he regalado todo mi dinero y cosas así, no pongo esto como virtud, ya que no lo es, la mayoría de las veces sale mal, siendo así atraes a gente que se aprovecha, como lo hizo mi ex que apunto estuvo de contagiarme el SIDA ya que no me dijo que era portador y cosas así, das, das, das y crees que recibes aunque no sea así. Pero también creo que no hay que quedarse con esa gente, me quedo con otros que si respondieron, que fueron importantes en mi vida, que se convirtieron en uno más de la familia, ya que en ocasiones, mi propia familia, los ha ayudado y ha convivido con ellos.  Así que se puede decir que soy afortunada, con la familia y es yo es más de lo que muchos pueden decir.

Mi padre empezó a pasar de nosotros mucho antes de que yo fuera consciente de ello, aunque tal vez de manera inconsciente ya lo sabía, después se separaron, y al tiempo ya dejamos hasta de verle, ha el le había dado hacía años ya, por el poker, por las drogas, por las mujeres, vamos que no se privaba de nada, nos quitaba nuestra comida, mi madre tenía que esconderla, si no había más, porque a el le daba igual si al día siguiente teníamos que comer o no. Pero todas esas cosas me hicieron más fuerte para levantarme una y otra vez.

Han pasado muchas más cosas en vida, unas veces buenas, otras malas, unas veces fui víctima, otras verdugo, he sido buena, mala, drogadicta, anti drogas, por desgracia lo que siempre he sido es excesivamente directa, y he dicho siempre lo que pensaba en cada momento, tal y como lo pensaba, nunca me ha llamado la profesión de anestesista, no se me da bien, decir las cosas con maquillaje, o con algo de ibuprofeno, gracias a ello eso si, he conocido gente alucinante, a la que no le importa explicarse, debatir, que me han enseñado mucho sobre diferentes situaciones y que valen mucho por su forma de saber estar, frente a frente de cualquiera, cuando alguien decide, seguir escuchándome, tal vez sea, porque son de esas personas que no se rinden fácilmente, que no tienen miedo a escuchar cualquier cosa, no es un defecto ni una virtud, simplemente es así, cuando no me entienden y no  me dan la oportunidad de explicarlo mejor, con maquillajes, matices y anestesia, lo paso muy mal, pero cuando tengo la suerte de encontrarme frente a alguien que está dispuesto a darme esa oportunidad, tengo la gran suerte de haber encontrado un ser especial.

Esta es una entrada, en la que se me ve claramente desequilibrada, porque lo estoy, sin mas ni mas, no me importa que se vea, no me escondo, tampoco es algo que se me de bien, tal vez no es la mejor manera de ir por la vida, pero de momento es mi manera de caminar.

Hoy me han llamado victimista, me han acusado de leer entre lineas y bla, bla, bla, lo segundo es cierto, no lo puedo evitar, suele joder a los demás, pero siempre a sido así, no estoy nada de acuerdo en lo victimista, se que tengo mucho, mucho que cambiar, pero esa no es una de esas cosas, no voy a dejar que nadie me diga lo contrario, si hubiese pensado que soy una víctima, hubiese acabado, con mi vida ya, y no lo he hecho. Porque se que no lo soy, que soy una guerrera, para lo bueno y lo malo, que no soy mala persona, para lo bueno y lo malo, que estoy al lado del marginado, para mi suerte o mi desgracia, pero que siempre, tarde o temprano aunque lo pase mal a veces, siempre me acabo quedando con lo bueno y viendo la enseñanza positiva y el lado bueno. En fin, siento este relato de una loca, no lo pienso releer, al que no le guste, que no lo lea. Como al escribirlo he parado, pues vete tu a saber lo que sale de esto, jajaja, pero como lo que penséis, me la trae al pairo, pues ahí va.